miércoles, 28 de diciembre de 2011

PUNTUALIDAD


La puntualidad es la obligación para terminar una tarea requerida o satisfacer una obligación antes o en un plazo anteriormente señalado.
Hay a menudo una convención de que una pequeña cantidad de retraso es aceptable en circunstancias normales; por lo general, diez o quince minutos en las culturas occidentales. En otras culturas, tales como la sociedad japonesa o en el ejército no existe básicamente ninguna permisividad. No obstante, la puntualidad se considera un signo de consideración hacia las personas que están esperando.
Algunas culturas tienen sobreentendido que los plazos reales son diferentes de plazos indicados. Por ejemplo, en una cultura particular puede ser entendido que la gente llegará una hora de más tarde de lo anunciado. En este caso, puesto que cada uno entiende que una reunión a las 9 am comenzará realmente alrededor de las 10 am, nadie se incomodará cuando todo el mundo aparezca a las 10 am.
En las culturas que valoran puntualidad, retrasarse es equivalente a demostrar desprecio por tiempo de otra persona y se puede considerar un insulto. En tales casos, la puntualidad se puede hacer cumplir por penas sociales, por ejemplo excluyendo enteramente a los que llegan más tarde de las reuniones.
Valor de la puntualidad y teoría de las colas
En muchas situaciones el requisito para la puntualidad es asimétrico. Por ejemplo, en la clínica de un doctor o el aeropuerto, se espera que se llegue a la hora para la cita o lo pierdan. Sin embargo, pueden estar esperando los pacientes un rato antes de que puedan ver al doctor o subir al avión sin especificar la causa. Esto puede entenderse como una demostración del valor relativo del tiempo del cliente y el proveedor, cuyo exacto valor se puede determinar por una combinación de la teoría de colas y de la teoría de los juegos.
Si el valor relativo fuera diferente, sería fácil reducir tiempos de espera proporcionando doctores o aviones adicionales, y sub-utilizándolos, incrementando el costo del precio del recorrido o del tratamiento médicoproporcionalmente. Esto se puede ver en el comportamiento del rico, que puede permitirse tener aviones privados y emplear doctores que los visiten, más que viceversa y en el caso extremo del multimillonario, que tiene sus propios médicos personales y aviones y equipos de vuelo privados dedicados que esperen exclusivamente sus necesidades.
Puntualidad en medios de transporte
Mayor importancia reviste la puntualidad en los medios masivos de transporte, tanto para viajes de negocios como para desplazamientos de placer. Una llegada con retraso puede provocar la anulación de una cita o la pérdida de un enlace con otro avión o tren con las consecuencias negativas que ello puede acarrear. En oposición a otros más informales, algunos medios de transporte están basando su prestigio en ofrecer puntualidad en sus horarios de salida y de llegadas. Tal es el caso del tren de alta velocidad en contraposición al avión o el autobús. De hecho, algunas compañías como la española Renfe estipulan voluntariamente devoluciones parciales o totales del importe del billete en función del retraso incurrido. En el AVE Madrid-Sevilla, se puede leer en su página web: si se produjese un retraso superior a 5 minutos sobre la hora fijada de llegada se le devolverá el importe facial de su billete, siempre que el retraso sea imputable a Renfe Ave.1
Recientemente, las principales compañías aéreas se están esforzando también en ofrecer una imagen de puntualidad en sus vuelos para lo que publican sus índices de despegues en hora y ofrecen garantías de puntualidad similares a las del tren.2 Las asociaciones de consumidores, agencias de viaje y otros organismos también conceden especial importancia a los ratios de puntualidad haciendo públicos ranking y dossieres con regularidad.3
Puntualidad en el trabajo
La puntualidad en el puesto de trabajo es una obligación del trabajador respecto a su empleador. Así lo recoge la legislación laboral en la mayoría de los países, estableciendo como causa de incumplimiento contractual la reincidencia en comportamientos de impuntualidad. Así en el Estatuto de los trabajadores español, se cita como incumplimiento de contrato las faltas injustificadas y repetidas de asistencia o puntualidad en el trabajo (Art. 54).4 En muchos convenios laborales, se recogen frases que especifican esta normativa, del tipo se considerarán faltas de carácter leve tres faltas de puntualidad durante un mes sin que exista causa justificada. La cantidad exacta de minutos de retraso que ameritan la consideración de falta por impuntualidad es, no obstante, un tema controvertido y sujeto a interpretación subjetiva.

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